La caña de azúcar en Dénia.
El cultivo de la caña de azúcar
había sido tradicional en las hoyas del litoral Mediterráneo, especialmente en
la vecina comarca de La Safor, sin embargo diversos factores como la expulsión
de los moriscos, el latifundismo absentista, la degeneración de la propia caña y
sus sustitución por la vulgar para los cañizos de los secaderos de pasa y el
descenso de la temperaturas, propio del siglo XVll hizo desaparecer el cultivo.
Hacia 1873, José Antonio Morand intentara recuperar dicho cultivo para la
obtención de azúcar. La extensión de regadío por esas fechas, promovido por la
Sociedad de Aguas, tuvo algo que ver con este fallido proyecto, pues la caña de
azúcar necesitaba humedades para su desarrollo.
En 1873 se inician las
primeras pruebas, se probó en la partida Bovetes y bajo Tosalet, siendo buenos
los primeros años y esto hace que 1877 se inicie la construcción de verdaderos
ingenios azucareros “copia de los
antillanos”. Las pruebas se realizaron el huerto de José Morand, tras la
reuniones de los potenciales plantadores de caña. Las llegadas de las primeras
cañas dulces, 3.500 arrobas procedentes de Motril, se da en Noviembre de 1875,
dejando huella en la mente de los dianenses que con ello dieron pruebas de
actividad y energía, poco común en España. Se localizo el ingenio azucarero en
la partida Bovetes, bien comunicado, donde se construyo una balsa para la
irrigación de la parcela, de 110 metros cuadrados, elevada un metro sobre el
suelo, sin embrago tantas precauciones y preocupaciones, se vinieron
rápidamente abajo, pues unas fuertes heladas sufridas de 1878-79 dieron al traste
con el incipiente cultivo. Dentro de todo lo que no llego a buen término, hay
que reconocer que al pueblo dianense iniciativas, nunca le faltaron.
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