Fotografiando surfistas

Trabajo de campo

Una de las mejores formas de hacer un buen reportaje es divertirse con la cámara. Una herramienta que puede convertirse en un juguete creativo. Una buena opción para probar, ahora que estamos en otoño y vivimos en un lugar cercano al mar, donde se reúnen una gran cantidad de deportistas que practican el surf, es acercarse a la playa cuando haya un buen temporal de viento.
En principio habrá que estar un poco pendiente de las previsiones meteorológicas, para estar preparados para la ocasión. En internet existen algunas páginas web que nos ofrecen este tipo de información; aunque los pronósticos son fiables solamente con un par de días de antelación. Bien abrigaditos y con la cámara debidamente protegida, con unos simples ajustes, podemos capturar impresionantes imágenes llenas de vitalidad. Por si os viene bien, os voy a dar la “receta” que utilicé para tomar estas imágenes surferas:
Será necesario utilizar una cámara réflex con un objetivo-zoom de, al menos, 200 mm. de distancia focal máxima, que será suficiente para captar primeros planos desde tierra. Longitudes focales inferiores nos pueden servir para tomar fotos de conjunto y del colorido ambiente que se forma en la playa. Además, el teleobjetivo nos comprimirá las distancias, para poder conseguir captar motivos alejados a mayor tamaño. Para realizar estas fotografías yo utilicé la Nikon D60, con objetivo Nikkor 55-200 mm. 1:4 – 5.6., que no es una cosa del otro mundo, pero con buena mano se le pueden sacar grandes prestaciones. En esta ocasión nos podemos evitar en engorro de llevar trípode; pues, con las altas velocidades de obturación que usaremos, no nos será necesario.
Lo más práctico es trabajar en modo semi-automático, dando prioridad a la velocidad de obturación. Para “congelar” las salpicaduras que produce el agua, será necesario ajustarla, al menos, a 1/1600 seg. Una sensibilidad ISO de 400 será suficiente para compensar estas altas velocidades, y que el resultado de la ecuación sea un diafragma adecuado para poder trabajar con el zoom con una profundidad de campo suficiente (con luz de mediodía nos moveremos alrededor de f/5.6). Si fuera preciso, antes que bajar la velocidad, debemos utilizar una sensibilidad de 800, sobre todo si hay una luz dura. Si las ampliaciones no son muy grandes, apenas se notará el grano. De esta manera podemos conseguir aberturas de diafragma más cerradas y, en consecuencia, mayor profundidad de campo. Con respecto al modo de enfoque, yo utilicé mayormente el
sistema de servo continuo y el modo de zona de AF lo fijé en punto único. Aconsejo utilizar diferente combinaciones para ver la que nos proporciona una mejor precisión en el disparo. También aconsejo usar ráfagas de disparos, para luego elegir la que más nos guste. Lo bueno que tiene la fotografía digital es que las tomas no cuestan dinero. ¡Dele gusto al dedo!. Finalmente programaremos la cámara para que haga una medición de la luz matricial, con preferencia a las zonas centrales. Una última recomendación: no espere a estar en la playa para hacer estos preparativos, es muy incómodo hacer los ajustes en la cámara con tanto viento, además los finos granos de arena que arrastra pueden causar severos daños en las partes mecánicas.
Pues con esto ya está todo. A disfrutar del espectáculo y a machacar el disparador. Después en el ordenador elegiremos las imágenes que más nos gusten.

Retoques con el ordenador

Para los fotógrafos más aguerridos que se atrevan a llegar un poco más lejos, voy a sugerirles un método
para conseguir psicodélicas imágenes de estas tomas.
Será preciso tener instalado en el ordenador alguna versión de Photoshop u otro programa de retoque fotográfico que permita el ajuste de “curvas”. Seleccionaremos: imagen – ajustes – curvas, y nos aparecerá un pequeño cuadro en el cual iremos “pinchando” en diferentes zonas de la línea que aparece en la parte central, para luego desplazar estos puntos de manera arbitraria hasta conseguir un efecto que nos agrade. De esta manera vamos a obtener surrealistas versiones del original con colores imposibles.

Espero que lo paséis tan bien como yo lo pasé durante la realización de este reportaje y su posterior tratamiento en el ordenador.

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