La llata en Jesus Pobre
Antiguamente nuestros abuelos y padres iban a Mongò a recoger palmas. Eran para que nuestras abuelas y madres hicieran capazos bolsos y estoras.
Los capazos se hacen con 13 mallas y son más gruesos para llevar pasa, almendras, algarrobas, aceitunas y en verano recoger melones y calabazas.
Los bolsos se hacen con 9 mallas y son de varios tamaños (se llamaban de 5-7-9
y 13 vueltas). Las hacíamos en casa y después las vendíamos a las fabricas, aquí en Jesús Pobre.
la llata de 5 o 7 mallas es más estrecha y se pueden coser sombreros.
Hay otra que se llama agradable que no es lisa; hace puntas era para adornar el borde de los bolsos. Se gasta menos que la de 9 mallas.
Muchos hombres cuando iban a recoger palmas se juntaban 2 o 3 y se iban al atardecer. Dormían en cuevas y nada más hacer algo de luz recogían las palmas para llegar sin mucho sol a casa.
Las estoras para recoger la pasa se hacia con 13 mallas es más ancha y gruesa normalmente tenían de 3 a 5 metros rectangular.
Cuando tenían las palmas en casa se ponían al sol y les daban vueltas hasta conseguir su blancura característica.
A veces si no estaban muy blancas se ponían en un recipiente de barro y con azufre se hacían blancas.
Los capazos se hacen con 13 mallas y son más gruesos para llevar pasa, almendras, algarrobas, aceitunas y en verano recoger melones y calabazas.
Los bolsos se hacen con 9 mallas y son de varios tamaños (se llamaban de 5-7-9
la llata de 5 o 7 mallas es más estrecha y se pueden coser sombreros.
Hay otra que se llama agradable que no es lisa; hace puntas era para adornar el borde de los bolsos. Se gasta menos que la de 9 mallas.
Muchos hombres cuando iban a recoger palmas se juntaban 2 o 3 y se iban al atardecer. Dormían en cuevas y nada más hacer algo de luz recogían las palmas para llegar sin mucho sol a casa.
Las estoras para recoger la pasa se hacia con 13 mallas es más ancha y gruesa normalmente tenían de 3 a 5 metros rectangular.
Cuando tenían las palmas en casa se ponían al sol y les daban vueltas hasta conseguir su blancura característica.
A veces si no estaban muy blancas se ponían en un recipiente de barro y con azufre se hacían blancas.
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