El Riurau de Jesús Pobre
La
nueva agricultura
Riurau, mercat ...
Un zoco sin intermediarios y con productos locales convierte a Jesús Pobre en punta de lanza del nuevo ruralismo - El mercado ayuda a recuperar bancales de cultivo abandonados
No
hace tanto el gran riurau de Jesús Pobre se caía a trozos. Hoy es
el corazón de un pequeño pueblo que cada domingo bulle de
actividad. El Mercat del Riurau ha obrado el milagro. Productores
locales venden sus productos sin intermediarios.
ALFONS
PADILLA | JESÚS POBRE Cuando nada escapaba a la vorágine
urbanística, el gran riurau de Jesús Pobre era una ruina. La
estampa resultaba paradójica. Incluso las grúas habían llegado a
esta entidad local menor lo es de Dénia, pero el viejo riurau apenas
se aguantaba en pie. Hoy todo ha cambiado. La construcción es un
erial. Y el gran riurau, que vivió su esplendor en los tiempos del
comercio de la pasa, atraviesa una segunda juventud. Desde el pasado
7 de julio, cada domingo se llena de vida. Se celebra el Mercat del
Riurau, que poco tiene que ver con esos mercadillos folclóricos y
casi de adorno a los que se han aficionado tantos pueblos. Este zoco
tiene mucho más recorrido. De momento, ya ha obrado el milagro de
que los agricultores (en Jesús Pobre no hay nadie que no tenga
un bancalet) recobren el gusto por trabajar la tierra.
«Este
mercado es una plataforma que difunde el ruralismo como nuevo modelo
económico. Ha recuperado la autoestima de los agricultores, que
vuelven a sentirse orgullosos de ser llauradors»,
explica Carles Hostalet, que es uno de sus impulsores.
Este
mercado muda sus hábitos según la estación. Ahora, se celebra los
domingos por la mañana, pero a partir de marzo, cuando ya las noches
empiezan a ser más agradables, se abre al tardet.
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